Ciudad de México, 29 de mayo de 2025 — Con el firme objetivo de mejorar la seguridad en las zonas fronterizas entre sus territorios, las alcaldesas y alcaldes de Cuauhtémoc y Miguel Hidalgo, Alessandra Rojo de la Vega y Mauricio Tabe, pusieron en marcha el operativo conjunto “Blindar”, una estrategia que busca cerrar filas contra la delincuencia mediante mayor vigilancia, coordinación interinstitucional y mejoras urbanas.
El operativo se centrará en las colonias ubicadas alrededor del Circuito Interior, una vialidad que divide ambas alcaldías y que, históricamente, ha presentado retos en materia de seguridad. La estrategia contempla más patrullajes, intercambio de información en tiempo real, acceso compartido a sistemas de videovigilancia y mejoras en la iluminación pública.
“Vamos a demostrar que cuando se trabaja en conjunto, se obtienen mejores resultados. Esta es una prioridad para quienes vivimos aquí: que nuestras calles sean seguras para todos, especialmente para las mujeres”, expresó Rojo de la Vega, quien subrayó los avances logrados en Cuauhtémoc desde octubre: la detención de 60 agresores de mujeres, una reducción del 70% en feminicidios, y descensos notorios en violencia familiar, violaciones y robos.
Por su parte, el alcalde Mauricio Tabe remarcó que el compromiso de Miguel Hidalgo es cerrar las brechas operativas en vigilancia. “Queremos que ninguna colonia quede en el olvido. Vamos a trabajar con firmeza para proteger a nuestros vecinos. Esta colaboración nos permitirá actuar con mayor eficacia contra la impunidad”, afirmó.
Uno de los puntos clave del operativo será la reiluminación de 150 calles en Miguel Hidalgo a lo largo del año, medida que se suma al reforzamiento de patrullajes nocturnos y la instalación de más cámaras de videovigilancia en puntos estratégicos.
El arranque simbólico del operativo se realizó la noche del 28 de mayo, en un evento encabezado por ambos alcaldes, quienes destacaron la importancia de dejar de lado diferencias partidistas en favor de la ciudadanía.
“Blindar” representa un nuevo modelo de trabajo coordinado entre demarcaciones vecinas, en el que la seguridad no conoce fronteras políticas ni administrativas. La meta es clara: construir un entorno más seguro y confiable para los habitantes de Cuauhtémoc y Miguel Hidalgo.