Ciudad de México, 5 de junio de 2025 — Mientras el gobierno de la Ciudad de México presume un aumento sin precedentes en su presupuesto destinado a seguridad y vigilancia para 2025, varios de los museos más emblemáticos del país, bajo resguardo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), han cerrado sus puertas por la falta de personal de seguridad.
Para el próximo ejercicio fiscal, la administración capitalina contempla un gasto total de 291 mil 525.6 millones de pesos, un incremento del 8.8% respecto al año anterior. Parte de esta cifra se enfoca en reforzar la seguridad ciudadana, con un aumento del 7.5% para la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), lo que incluye mayor equipamiento, cámaras del C5 y una histórica inversión de 23 mil millones de pesos en el Metro para modernización y vigilancia.
Además, se ha creado un nuevo fondo destinado a infraestructura, movilidad, agua y seguridad, alimentado con recursos públicos y privados, que refuerza la apuesta por una ciudad más vigilada.
Contradicciones: museos cerrados por falta de vigilancia
No obstante, mientras la CDMX intensifica su apuesta por la seguridad privada, los principales museos del INAH han tenido que cerrar desde el 1 de junio por la falta de personal de vigilancia tras la sustitución de la Policía Auxiliar por empresas privadas. El Museo Nacional de Antropología, el Museo del Templo Mayor, el Museo Nacional de Historia en Chapultepec, el Museo de las Intervenciones y el Museo de El Carmen son algunos de los recintos afectados.
El nuevo esquema de seguridad fue asignado mediante licitación a las empresas SSS Asistencia y Supervisión S.A. de C.V. y Sistemas Prácticos en Seguridad Privada S.A. de C.V., las cuales no han logrado cubrir la demanda mínima de personal capacitado para resguardar estos espacios culturales.
Patrimonio en riesgo y reacciones oficiales
La situación ha generado alarma entre trabajadores y visitantes, quienes señalan que la falta de vigilancia no solo pone en riesgo el patrimonio histórico de la nación, sino también la seguridad del personal y de los ciudadanos que acuden a estos espacios.
En respuesta, la secretaria de Cultura federal, Claudia Curiel de Icaza, instruyó al INAH acelerar las gestiones para resolver la crisis. No descartó que los museos puedan reabrir tan pronto como este jueves 5 de junio, si se restablecen las condiciones mínimas de seguridad.
Por su parte, sindicatos del INAH han denunciado la falta de preparación del nuevo personal de seguridad y exigen una solución estructural que garantice la protección del acervo cultural. Las fallas reiteradas han evidenciado la falta de planificación en el cambio de modelo de vigilancia.
Seguridad con prioridades dispares
Este contraste ha abierto un debate sobre la lógica de asignación presupuestal: ¿cómo es posible que se destinen miles de millones a la seguridad en transporte y espacios públicos, mientras se descuida la vigilancia de los museos nacionales? Para muchos, la situación refleja una contradicción en la política de seguridad de la capital, donde el gasto crece, pero la protección efectiva del patrimonio cultural queda en segundo plano.
Mientras las autoridades trabajan para solucionar el problema, el acceso de la ciudadanía a sus propios espacios históricos y culturales permanece limitado, en una ciudad que presume cifras récord en inversión para su resguardo.