Turistas y estudiantes se quedan fuera: caos por cierre inesperado de museos del INAH

Ciudad de México, 4 de junio de 2025 — Una decisión inesperada dejó a cientos de visitantes nacionales y extranjeros con las puertas cerradas en la cara: desde el martes 3 de junio, varios de los museos más importantes del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en la capital del país suspendieron sus actividades «hasta nuevo aviso», sin ofrecer explicaciones claras ni una fecha de reapertura.

Entre los recintos afectados se encuentran joyas culturales como el Museo Nacional de Antropología, el Museo Nacional de Historia Castillo de Chapultepec, la Galería de Historia Museo del Caracol, el Museo del Templo Mayor, el Museo de El Carmen y el Museo Nacional de las Intervenciones, todos espacios clave para la preservación y difusión del patrimonio mexicano.

El motivo del cierre fue un cambio en el servicio de seguridad: el INAH dejó de trabajar con la Policía Auxiliar de la Ciudad de México y contrató a dos empresas privadas —SSS Asistencia y Supervisión S.A. de C.V. y Sistemas Prácticos en Seguridad Privada S.A. de C.V.—. Sin embargo, los nuevos elementos de vigilancia no se presentaron a sus turnos, lo que generó un vacío en la protección de las instalaciones.

La ausencia de seguridad obligó al instituto a cerrar temporalmente los recintos para evitar riesgos tanto al patrimonio cultural como a los visitantes. En un comunicado oficial, el INAH explicó que la medida busca permitir una transición ordenada en la entrega-recepción del servicio, con miras a garantizar condiciones adecuadas para el funcionamiento de los museos.

Aunque se anunció que el servicio podría normalizarse a partir del miércoles 4 de junio, la reapertura aún es incierta. En caso de que las empresas de seguridad no cumplan con sus obligaciones, se prevé la aplicación de sanciones administrativas.

La decisión ha generado una ola de frustración, enojo y desconcierto, sobre todo entre turistas que planeaban sus visitas con antelación y estudiantes de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), cuyas actividades académicas también se vieron interrumpidas.

La situación pone en evidencia la importancia de una planificación cuidadosa y responsable cuando se trata de la seguridad del patrimonio nacional. Mientras tanto, el acceso al conocimiento y la experiencia cultural permanece en pausa, dejando a la ciudadanía a la espera de una pronta solución.

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