El expresidente mexicano Enrique Peña Nieto vuelve a quedar en el centro de la polémica, y esta vez no es por sus romances o lujos en España, sino por una nueva investigación periodística que lo vincula con sobornos millonarios ligados al spyware Pegasus.
De acuerdo con una publicación del medio israelí The Marker y retomada por la revista Proceso, dos empresarios israelíes —Uri Emmanuel Ansbacher y Avishay Samuel Neriya— aseguran haber entregado 25 millones de dólares a Peña Nieto en 2012 para financiar su campaña presidencial a cambio de asegurar contratos con el gobierno mexicano.
La suma aparece en un acuerdo legal alcanzado entre ambos empresarios en 2024, donde se habla de una “inversión conjunta en una figura de alto rango”, identificada como “el N”, en referencia al exmandatario priista.
Pegasus y el espionaje masivo en el sexenio priista
Durante el gobierno de Peña Nieto, el software espía Pegasus fue utilizado ampliamente por dependencias como la Sedena, la PGR y el extinto Cisen para espiar a periodistas, activistas, defensores de derechos humanos e incluso políticos opositores.
Los empresarios señalados eran socios en la firma BSD Security Systems, y no solo colocaron tecnología de espionaje en México, también vendieron drones, equipo militar, servicios para cárceles y tecnología para proyectos hidráulicos.
Según las revelaciones, ambos se “repartieron” a los clientes del sector seguridad en México, con una red de contratos que perduró más allá del sexenio priista.
¿La 4T también compró?
A pesar del discurso contra la corrupción y el espionaje ilegal, la Sedena continuó contratando a empresas de estos empresarios israelíes durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, reveló la investigación “Ejército Espía”.
Además, hubo contratos opacos con el Instituto Nacional de Migración (INM), donde millones de pesos terminaron en compañías fantasma vinculadas a este mismo grupo empresarial.
Actualmente, se reporta que Uri Ansbacher estaría intentando reinsertarse en el entorno del gobierno de Claudia Sheinbaum, aunque por el momento no se ha confirmado si ya existen contratos firmados con su administración.
¿Y Peña Nieto?
Hasta ahora, Enrique Peña Nieto no ha emitido declaraciones sobre estas nuevas acusaciones. Sin embargo, su nombre vuelve a asociarse con una trama internacional de corrupción, espionaje y tráfico de influencias que apunta directamente al corazón de su gobierno.
Mientras tanto, el uso de Pegasus y la continuidad de estas redes empresariales dejan un tema abierto: ¿quién espía en México y con qué fines?