Elon Musk arremete contra el plan fiscal y de gasto público del presidente Donald Trump, calificándolo como “insano y destructivo”, mientras el Congreso estadounidense avanza a marchas forzadas para aprobar la medida antes del 4 de julio. El empresario, conocido por sus proyectos innovadores en Tesla, SpaceX y Neuralink, lanzó su crítica a través de su red social X, donde advirtió sobre los riesgos económicos y estratégicos que implica la propuesta.
Musk aseguró que el borrador actual del Senado, que contempla recortes fiscales masivos y un incremento en el gasto en sectores tradicionales, «destruirá millones de empleos en Estados Unidos y causará un daño estratégico inmenso a nuestro país». El multimillonario insistió en que la propuesta del Ejecutivo otorga subsidios a industrias del pasado, en detrimento de las que representan el futuro económico y tecnológico del país.
El paquete económico impulsado por Trump busca, según sus defensores, dinamizar la economía a través de incentivos fiscales y mayor gasto en infraestructura y defensa. Sin embargo, críticos como Musk consideran que el enfoque está desfasado y podría dejar a Estados Unidos rezagado frente a sus principales competidores en innovación.
De acuerdo con expertos consultados por The New York Times y Bloomberg, el proyecto podría tener consecuencias mixtas: mientras algunos sectores tradicionales se verían beneficiados a corto plazo, el impacto en el déficit fiscal sería considerable, con estimaciones que superan los 500 mil millones de dólares en nuevos compromisos, según la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO).
Musk, quien durante años ha abogado por una transición hacia energías limpias, inteligencia artificial y transporte sustentable, advirtió que el plan representa un retroceso en las metas de competitividad y sostenibilidad. «Subsidian lo obsoleto y castigan lo innovador», sentenció.
En el Congreso, las posiciones están divididas incluso entre los propios republicanos, quienes enfrentan presiones de la Casa Blanca por cumplir con el plazo autoimpuesto por Trump. Las negociaciones, de acuerdo con fuentes legislativas citadas por Reuters, avanzan entre tensiones por el impacto electoral que podrían tener los recortes en programas sociales clave.
La Casa Blanca, por su parte, respondió indirectamente a las críticas de Musk, destacando que el plan es necesario para “restaurar el dinamismo económico y reforzar el liderazgo estadounidense en el mundo”. Sin embargo, la falta de apoyos entre demócratas y la división interna republicana podrían complicar su aprobación antes de la fecha prevista.
Musk no es ajeno a la política económica de Washington. Aunque en el pasado colaboró en consejos asesoras de la Casa Blanca, ha sido uno de los más duros críticos de medidas que, según él, ignoran los desafíos del cambio climático y la revolución tecnológica. Su postura actual refuerza el debate sobre el rumbo económico que debe seguir Estados Unidos frente a un escenario global cada vez más competitivo.
El debate en el Senado continuará esta semana, con audiencias y enmiendas que podrían modificar el paquete antes de la votación final. Mientras tanto, las palabras de Musk resuenan como un llamado de alerta sobre las prioridades de la política económica del país, en un momento crucial para su futuro industrial y tecnológico.