La ONU lanzó una alerta urgente: 13 regiones están al borde de una hambruna por la combinación de conflictos, crisis económicas y riesgos climáticos. Gaza, Sudán, Sudán del Sur, Haití y Malí encabezan la lista más crítica, según el informe Hunger Hotspots de la FAO y el PMA.
Las zonas en riesgo inmediato
- Sudán: Famine ya en zonas como Darfur; casi 25 millones enfrentan inseguridad alimentaria.
- Sudán del Sur: Inundaciones y violencia afectan hasta 7.7 M de personas, con 63,000 al nivel de hambruna.
- Gaza: 2.1 M de personas sufren inseguridad extrema; cerca de 500,000 podrían caer en hambruna antes de septiembre.
- Haití: Violencia violenta, desplazamientos y huracanes dejan a miles al borde; 8,400 ya en situación catastrófica.
- Malí: Conflicto y alza en precios del cereal ponen a 2,600 personas en grave peligro.
Otros países con crisis alimentaria severa: Yemen, RDC, Myanmar, Nigeria, Burkina Faso, Chad, Somalia y Siria.
¿Cómo se define la hambruna?
Se considera hambruna cuando al menos:
- 20 % de la población tiene escasez extrema,
- 30 % de los niños sufre desnutrición aguda,
- Al menos 2 personas por cada 10,000 mueren al día por inanición o enfermedades conexas.
Sudán ya cumplió estos parámetros oficiales con la FAO confirmando una crisis real.
Voces que alertan
Cindy McCain, del PMA, lo definió como “una alerta roja” y pidió fondos y acceso inmediato a las crisis. Por su parte, Qu Dongyu, director de la FAO, urgió protejer a agricultores y ganaderos para mantener la producción local.
¿Qué pasará en los próximos meses?
El informe prevé que sin intervención en los próximos cinco meses, los niveles de desnutrición y muerte por hambre se agravarían. Además, el financiamiento humanitario sigue siendo insuficiente, y la inseguridad bloquea la ruta de ayuda .
Un informe de mayo estima que casi 300 M de personas ya están en riesgo de morir por hambre, especialmente en Gaza y Sudán.
¿Por qué debemos actuar ya?
- El hambre es tanto económica como bélica: conflictos, inflación y sequía colapsan las cadenas de producción.
- La inversión en resiliencia agrícola (como sugiere la FAO) salva vidas y evita futuras crisis.
- La humanidad puede y debe canalizar ayuda efectiva: cada retraso implica más vidas perdidas.