El Atlético de Madrid cerró su participación en el Mundial de Clubes 2025 con una victoria que supo a muy poco. A pesar de imponerse 1-0 a Botafogo con un gol en los últimos minutos de Antoine Griezmann, el conjunto dirigido por Diego Simeone quedó eliminado del torneo al finalizar en la tercera posición del Grupo B.
El escenario fue el emblemático Rose Bowl de Pasadena, donde los Colchoneros necesitaban una combinación favorable para avanzar. Sin embargo, la victoria del Paris Saint-Germain por 2-0 ante Seattle Sounders selló su destino. Tanto PSG como Botafogo terminaron con seis puntos, pero el equipo francés se quedó con la cima del grupo gracias a una mejor diferencia de goles, mientras que los brasileños avanzaron como segundos. Atlético y Seattle, este último sin sumar unidades, quedaron fuera de la competencia.
En la próxima ronda, PSG se enfrentará a Inter Miami, mientras que Botafogo se medirá con Palmeiras, líder del Grupo A. El equipo paulista logró una remontada ante Inter Miami, que dejó escapar una ventaja de dos goles en un vibrante empate 2-2.
El duelo entre Atlético y Botafogo fue trabado y con pocas emociones claras. Los españoles dominaron la posesión, pero carecieron de contundencia. El arquero esloveno Jan Oblak tuvo que emplearse a fondo ante los remates de Igor Jesus y Jefferson Savarino, que amenazaron con complicar aún más el panorama rojiblanco.
La polémica no faltó. Atlético reclamó un penal cuando Gregory, jugador del equipo brasileño, aparentemente pisó a Julián Álvarez dentro del área. Sin embargo, tras revisar la jugada en el VAR, el árbitro mexicano César Ramos anuló la falta debido a una infracción previa de Alexander Sorloth, lo que desató la furia de Diego Simeone, quien invadió el campo al descanso para confrontar al silbante.
Atlético necesitaba tres goles para aspirar a la clasificación, pero solo logró marcar en el minuto 87, cuando Griezmann, quien había ingresado de cambio, concretó el tanto del triunfo. Lejos de ser un resultado de celebración, el gol solo sirvió para arrebatarle a Botafogo el primer lugar del grupo y cedérselo al PSG.
Así, el Atlético de Madrid culmina una temporada llena de frustraciones y resultados insuficientes, en la que el equipo no logró alcanzar los objetivos esperados en ninguna de las competencias que disputó.