Ed Sheeran canta con mariachis en Garibaldi y conquista el corazón de México

Ed Sheeran volvió a México de una manera inesperada y emotiva. Este miércoles 14 de mayo, el cantautor británico sorprendió con un concierto exclusivo en el icónico Salón Tenampa de Plaza Garibaldi, en la Ciudad de México, acompañado solo por su guitarra, mariachis y un pequeño grupo de fans. Lejos de los estadios multitudinarios que ha llenado durante la última década, Sheeran eligió esta emblemática locación para reconectar con sus raíces musicales y celebrar el intercambio cultural.

El evento fue organizado por Spotify y reunió a algunos de sus oyentes más activos en el país. En un ambiente íntimo y relajado, Sheeran apareció en el centro de un círculo de músicos locales que, con trompetas, guitarras y contrabajo, lo acompañaron en versiones acústicas y muy personales de sus canciones. El artista saludó a los asistentes con un breve mensaje de agradecimiento: “He estado dando conciertos pop por todo el mundo. Esta es la primera vez que regreso a México en unos ocho años. Quería venir a hacerlo aquí, con estos chicos. Vamos a tocar algunas canciones”.

El repertorio incluyó temas que lo catapultaron a la fama como Don’t, The A Team, Photograph y Shape of You, así como composiciones más recientes como Old Phone y Slowly, esta última añadida espontáneamente al setlist por la conexión emocional que sintió con el lugar. Uno de los momentos más conmovedores fue su interpretación de Thinking Out Loud en versión renovada y en dueto con la cantante venezolana Elena Rose, quien sorprendió al público al cantar en español. “¿Qué tal suena esta canción en español?”, escribió la también productora en sus redes sociales al compartir un fragmento del show.

La velada cerró con una inesperada fusión cultural. Sheeran interpretó The Parting Glass, una balada tradicional irlandesa con la que suele despedirse en sus conciertos más íntimos, para luego dar paso a un grupo de mariachis que arrancó con El Son de la Negra, desatando la ovación del público. La fiesta continuó con peticiones del público como Así fue y Cielo Rojo, interpretadas con entusiasmo por los mariachis, mientras Sheeran aplaudía desde el escenario.

El propio cantante explicó la elección del lugar: “Parte de la razón por la que quise hacer este concierto aquí es porque sé que ha sido un lugar muy legendario para muchas bandas y artistas de América Latina. Han venido aquí a escribir canciones, a tomar, a compartir música… Y yo quiero cerrar el show con algo de mi cultura y algo de la suya”.

El Salón Tenampa, fundado en 1925, ha sido escenario de momentos históricos de la música mexicana, con figuras como José Alfredo Jiménez, Pedro Infante y Chavela Vargas entre sus visitantes. Con su actuación, Sheeran se sumó simbólicamente a esa lista de leyendas.

Antes de despedirse, el británico dejó una promesa abierta: “Durante los últimos 10 años he tocado en estadios para 50, 60, 70, hasta 90 mil personas cada fin de semana, y esta es la forma en que empecé tocando música. Realmente extrañaba hacer esto. Y con este álbum pensé: ‘¿Por qué no hacerlo de nuevo por un tiempo?’. Me está trayendo muchísima alegría. Espero que a ustedes les haya dado la misma alegría que me ha dado a mí”.

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