La crisis global del helio: por qué este gas es más valioso de lo que imaginas

Nancy Washington aún recuerda la frustración que sintió cuando su laboratorio recibió la noticia inesperada: su suministro habitual de helio se reduciría drásticamente. Como química del Laboratorio Nacional del Pacífico Noroeste (PNL) en EE.UU., dependía de este gas para operar equipos de investigación avanzada. Para principios de 2022, su laboratorio recibía menos de la mitad del helio que necesitaba, lo que la obligó a tomar una decisión difícil: apagar un espectrómetro de resonancia magnética nuclear único en América del Norte, justo cuando comenzaba a producir resultados revolucionarios sobre métodos para capturar carbono de la atmósfera.

Esta situación no es aislada. El mundo enfrenta una crisis recurrente de suministro de helio, un gas con propiedades únicas que lo hacen indispensable en campos tan diversos como la medicina, la tecnología espacial y la investigación científica. A diferencia de otros recursos, el helio no puede ser producido artificialmente a escala industrial y su extracción es compleja, lo que lo convierte en un recurso estratégico con implicaciones geopolíticas crecientes.

Un elemento con superpoderes científicos

El helio es el segundo elemento más abundante en el universo, pero en la Tierra es relativamente escaso. Sus propiedades son extraordinarias: se licúa a -269°C, cerca del cero absoluto, y en este estado se convierte en un superfluido capaz de fluir sin fricción. Estas características lo hacen esencial para:

  • Medicina: Enfría los imanes superconductores de los escáneres de resonancia magnética (MRI), equipos que representan el 32% del consumo global de helio. Sin él, diagnósticos críticos serían imposibles.
  • Tecnología: Es clave en la fabricación de semiconductores para dispositivos electrónicos y en la soldadura de alta precisión.
  • Aeroespacial: Presuriza tanques de combustible en cohetes y satélites.
  • Investigación: Permite operar equipos como el Gran Colisionador de Hadrones y avanzar en estudios cuánticos.

«El helio es un elemento mágico», afirma Sophia Hayes, profesora de química en la Universidad de Washington. «No hay nada igual en el universo».

Una cadena de suministro bajo presión

La escasez de 2022, que afectó a Washington y a miles de investigadores y hospitales, fue causada por una tormenta perfecta: incendios en una planta rusa, mantenimiento en Qatar y el cierre temporal de la Reserva Nacional de Helio de EE.UU. Esta última, establecida hace un siglo en Texas, representaba el 10% del suministro global hasta su polémica venta a una empresa privada en 2024.

El mercado del helio es particularmente vulnerable:

  • Solo tres países (EE.UU., Qatar y Argelia) dominan el 89% de la producción.
  • El gas es extremadamente difícil de almacenar: como superfluido, escapa por microfisuras.
  • Su ligereza lo hace escapar de la atmósfera terrestre hacia el espacio.

Innovación frente a la escasez

La crisis ha impulsado soluciones ingeniosas:

  1. MRI de bajo consumo: Nuevos escáneres que usan solo 1 litro de helio (vs. 2,000 litros tradicionales).
  2. Sistemas de reciclaje: Universidades como Mississippi State recuperan el 90% del helio usado.
  3. Nuevos yacimientos: Descubrimientos en Tanzania y China podrían aliviar la presión, aunque su explotación es compleja.

Sin embargo, los desafíos persisten. Como advierte Washington: «Imagina que no hay suficiente helio y que tu abuela no puede hacerse una resonancia magnética. Esto es grave». Con una demanda que podría duplicarse para 2035, la carrera para asegurar este recurso crítico apenas comienza.

 

Gran Colisionador de Hadrones