La Ciudad de México enfrenta este lunes un panorama meteorológico que obliga a extremar precauciones. La combinación de una vaguada en superficie, el arrastre de humedad desde ambos océanos y el forzamiento orográfico generará lluvias generalizadas en la capital, con acumulados que podrían alcanzar los 40 mm en la mayor parte de la ciudad y hasta 50 mm en las zonas más afectadas del centro y sur-suroeste. La posibilidad de tormentas eléctricas, vientos fuertes y caída de granizo hace aún más relevante estar atentos a las condiciones del clima.
Desde las primeras horas del día, el ambiente se mantendrá fresco, con cielo nublado y bancos de niebla en zonas altas. Las delegaciones como Cuajimalpa, Tlalpan, Xochimilco, Milpa Alta y La Magdalena Contreras registrarán temperaturas mínimas de entre 12 y 15 °C, mientras que el resto de la ciudad tendrá un amanecer templado. A medida que avance la mañana y llegue el mediodía, el ambiente será templado, con temperaturas máximas entre 19 y 22 °C. Sin embargo, las lluvias y chubascos comenzarán a aparecer, sobre todo en el sur y suroeste, y con ellas las primeras tormentas eléctricas y el riesgo de encharcamientos y deslaves en algunas zonas.
Durante la tarde y noche, el cielo continuará mayormente nublado y se intensificarán las precipitaciones. Las delegaciones del norte y oriente, como Azcapotzalco, Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Venustiano Carranza, Benito Juárez, Iztacalco y Coyoacán, podrían registrar tormentas eléctricas y chubascos acompañados de granizo. Las ráfagas de viento, que durante el día rondarán los 25 a 35 km/h, podrían superar los 45 km/h en el oeste y suroeste de la capital, lo que aumenta el peligro de caída de ramas, anuncios o incluso la formación de torbellinos.
Las autoridades hacen un llamado urgente a la población para tomar medidas preventivas. No tirar basura en las calles ni en las coladeras es clave para evitar inundaciones severas, que podrían presentarse ante la acumulación rápida de agua. Además, se recomienda no cruzar calles inundadas a pie o en automóvil, y buscar refugio seguro en caso de tormentas eléctricas, alejándose de árboles, cuerpos de agua o estructuras metálicas. Las lluvias persistentes y la saturación del suelo elevan el riesgo de inundaciones fluviales y deslaves en zonas vulnerables.
La vigilancia del clima debe ser constante, pues el verano meteorológico favorece la formación de tormentas súbitas que sorprenden por su intensidad y el riesgo asociado. El llamado es claro: extremar precauciones y seguir las indicaciones de protección civil para reducir riesgos y proteger la integridad de todos los habitantes.