En muchas cocinas y baños, es habitual encontrar un solo estropajo usado para todo: vajilla, sartén, baño, encimera… Sin embargo, esta costumbre no solo es poco efectiva, sino que también puede ser contraproducente. La razón es sencilla: no todos los estropajos son iguales, y su color no es un detalle decorativo, sino una guía funcional que indica su nivel de abrasividad y uso recomendado.
Conocer qué color usar en cada situación ayuda a evitar daños en las superficies, mejora la eficacia de la limpieza y reduce la posibilidad de contaminación cruzada. La creadora de contenido María Fernández ha popularizado en redes una práctica guía que explica qué significa cada color y cómo usarlos correctamente. Aquí te explicamos lo esencial:
El estropajo blanco es el más delicado de todos y está pensado para el baño. Su textura suave permite limpiar grifos, mamparas, lavabos, bañeras y baldosas sin rayarlas. Es ideal para eliminar restos de cal o jabón sin dañar superficies de cerámica, vidrio o acrílico. Además, su tamaño suele ser más grande, lo que lo hace eficiente para limpiar áreas amplias con facilidad.
El estropajo azul es el recomendado para la cocina, especialmente en superficies sensibles como la vitrocerámica, el acero inoxidable o los azulejos. Gracias a su abrasividad media, limpia eficazmente sin dejar marcas ni opacar el brillo de materiales delicados. Es perfecto para las superficies más visibles del hogar, donde se requiere una limpieza minuciosa pero cuidadosa.
Para tareas más exigentes, el estropajo jabonoso es la herramienta indicada. Este tipo de estropajo, que ya contiene detergente incorporado, está diseñado para combatir la suciedad más incrustada. Es muy útil para limpiar bases de sartenes, eliminar grasa acumulada en hornos o desincrustar parrillas. Su potencia lo hace efectivo, pero hay que tener cuidado de no usarlo sobre superficies delicadas para evitar daños.
Por último, el estropajo amarillo es un todoterreno ideal para limpiar ollas, cazuelas y vajilla resistente. Su textura robusta permite frotar con intensidad sin que se rompa fácilmente, por lo que es una opción práctica para el uso diario en la cocina. Sin embargo, no se recomienda en materiales sensibles como el teflón o la cerámica esmaltada, donde podría dejar marcas o rayones.
Usar el estropajo adecuado no solo mejora la limpieza, también prolonga la vida útil de tus utensilios y evita desperfectos innecesarios. Aunque muchos escogen estos productos por costumbre o precio, saber distinguirlos por color y función puede marcar una gran diferencia en la higiene y el cuidado del hogar.