Ver series o películas sin interrupciones publicitarias fue una de las promesas doradas del streaming. Pero eso ya es cosa del pasado. En 2025, las plataformas como Netflix, Prime Video o Disney+ insertarán hasta cinco minutos de anuncios por cada hora de contenido, según revela el informe Global Entertainment & Media Outlook de PwC.
Y esto va en aumento: mientras que en 2024 la publicidad representó el 20% de sus ingresos, este año el segmento publicitario crecerá hasta representar el 28% de sus ventas totales.
El nuevo negocio: anuncios (y no suscripciones)
La creciente saturación del mercado, el estancamiento en las suscripciones premium y los bolsillos ajustados de los usuarios han obligado a las plataformas a apostar por los planes con anuncios.
- Netflix reporta que en 12 países, más del 50% de sus nuevas suscripciones ya son bajo el plan con anuncios.
- Disney+ alcanza los 157 millones de usuarios activos mensuales consumiendo contenido con comerciales.
- Prime Video supera los 200 millones de usuarios globales expuestos a publicidad cada mes.
¿Streaming o TV disfrazada?
Actualmente, el tiempo de comerciales en streaming ya se acerca al de la televisión de paga, donde el tope legal es de 6 minutos por hora, según la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión.
Netflix confirmó a Expansión que su plan Estándar con anuncios muestra entre 4 y 5 minutos de publicidad por hora. Y eso podría subir.
La investigadora Claudia Benassini, de la Universidad La Salle, advierte que las plataformas pronto podrían subir sus tarifas para quienes no quieran ver anuncios, mientras que quienes se queden con los planes más baratos verán más comerciales.
“El streaming se está pareciendo cada vez más a la TV tradicional, justo de donde muchos usuarios huyeron”, apunta el analista Radamés Camargo, de The Ciu. “Si se pasan con los anuncios, perderán el valor diferencial por el que la gente paga”.
¿Qué dicen las plataformas?
Expansión solicitó comentarios a Disney, HBO y Prime Video, pero no respondieron hasta el cierre de la edición. Aun así, la tendencia es clara: más anuncios están en camino, y los consumidores deberán decidir si pagan más para evitarlos o aguantan los comerciales como en la vieja televisión.