Guerrero a 27 de junio, 2025.- La violencia sigue golpeando fuerte en Guerrero. Este viernes, el subdirector de la Secretaría de Seguridad municipal de Igualapa y tres policías más fueron asesinados en un ataque violento ocurrido sobre la carretera Acapulco – Pinotepa Nacional.
Los elementos policiales cumplían funciones de escoltas del alcalde Alfredo González Nicolás, quien afortunadamente se encontraba en otro punto del municipio y salió ileso. El ataque se registró justo después de la reunión presencial semanal de la Mesa Regional para la Construcción de la Paz, en la que participaron autoridades locales para discutir estrategias contra la violencia.
Francisco Rodríguez, subsecretario de Desarrollo Político y Social, aclaró que el alcalde estaba entregando víveres a personas afectadas por el huracán Erick en la cabecera municipal, desmintiendo rumores sobre un atentado directo en su contra.
Guerrero en alerta máxima por violencia constante
La tragedia en Igualapa se suma a otros hechos violentos recientes en la entidad. Apenas el pasado 22 de junio, cinco cuerpos calcinados fueron encontrados dentro de un autobús incendiado en Acapulco, un caso que mantiene en alerta a las autoridades y a la población.
Además, en Coyuca de Catalán, habitantes de Puerto Las Ollas denunciaron abandono y falta de seguridad. Durante tres días sufrieron asedio de civiles armados, presuntamente miembros de grupos criminales, y sólo después de insistir llegó una mínima presencia de fuerzas del Ejército y Guardia Nacional, que poco después se retiraron dejando a la población en riesgo.
La ciudadanía ha hecho un llamado urgente a las autoridades para que refuercen la seguridad y establezcan presencia constante en zonas vulnerables, antes de que la violencia siga cobrándose más vidas y destruyendo comunidades enteras.
Contexto de violencia en Guerrero
Guerrero es uno de los estados más afectados por la inseguridad en México, con una fuerte presencia de grupos del crimen organizado y un índice elevado de ataques contra autoridades y civiles. Las muertes recientes evidencian la fragilidad de la seguridad pública y la urgente necesidad de estrategias efectivas para proteger a la población.